Patito.

Soñar es gratis. Y gracias a ello puedo estar contigo cada día.
A veces incluso me avergüenzo de depender tanto de ti. Pero si se pudiera evitar, el amor no merecería la pena. Tal vez no sea sano ni bueno, tal vez solo me haga daño, pero me la suda. Porque, aunque no sea recíproco, quiero que aunque sea, una persona te trate de la jodida forma que mereces, incluso mejor.

Odio que te hagan daño, que sufras lo más mínimo por gente que no es ni la puta mitad de buena que tú. Odio que no te valores ni que te veas con los ojos que te veo yo, inteligente y preciosa. También odio la impotencia que siento al no poder hacer nada más por ti, y créeme que haría lo que fuera.

Puedes decirme que soy valiente, pero la fuerza que tengo de reconocer lo que soy me la has dado tú, es mérito tuyo, no mío. Si no sintiera lo que siento por ti seguiría estando reprimida e infeliz.
Y puedes decir que me estoy pasando y que no eres todo lo que te he dicho, porque crees que no eres perfecta, y es que no lo eres. Pero tienes cualidades tan impresionantes que las cosas malas desaparecen y incluso son graciosas.

Las palabras en sí no valen nada, cualquiera puede echarte flores y decirte mil cosas que te hagan sentir bien. Pero las promesas si valen, y yo te prometo que haré cualquier cosa para que sigas siendo feliz, aunque ello sea olvidarme de ti.

Poni.